Escrito por Daniela Wechselblatt, CFA
“En este mundo nada es seguro, excepto la muerte y los impuestos”, gran frase de Benjamin Franklin. Y en este país la segunda condición aplica post blanqueo, por supuesto.
En un escenario de alta volatilidad y con mercados revueltos esta frase vuelve a resonar cada vez con más fuerza. El capítulo de esta semana trata sobre el desplome de Turquía. Además de verse afectado por la suba de tasas en EEUU como todos los emergentes, mantiene relaciones ásperas con el país del norte. No solo por los roces diplomáticos que hubo en el último tiempo sino también por el anuncio de Trump de la semana pasada diciendo que duplicaría los aranceles sobre acero y aluminio proveniente de este país. Estos fueron los disparadores de semejante caída. Argentina, para no quedarse atrás, por más de que las relaciones con EEUU sean favorables se mantiene firme en el ranking luego de Turquía entre los emergentes más vulnerables (por las razones económicas ya conocidas).
Si bien la bolsa americana sigue en ascenso, ante este escenario de incertidumbre es muy oportuno repasar las inversiones más conservadoras que podemos llegar a encontrar:
- Bonos del Tesoro americano
Es la inversión más segura del planeta por excelencia. Se lo considera un activo libre de riesgo. ¿Por qué? Es deuda nada más ni nada menos del país que tiene la potestad de emitir dólares. Posee uno de los grados de seguridad jurídica más elevados y un mercado interno inmenso que fortalece la economía del país. El dólar es considerado reserva de valor para todos los inversores del mundo y los bonos del tesoro sirven como refugio que resistió todo tipo de crisis. Desde el 2009 que la Reserva Federal inició una era de tasas de interés bajas y ahora estamos vivenciando la suba. En este último mes el rendimiento del bono del tesoro americano a 10 años rondó el 3% anual, que es más que lo que rinden hoy en día algunos alquileres de departamentos en Buenos Aires. En el gráfico a continuación vemos el rendimiento del bono en el último año.
Por otro lado, con un nivel apenas mayor de riesgo y de rendimiento tenemos bonos de compañías de primera línea como los de Apple o de Walt Disney que rinden 3.5% y que tienen de las calificaciones crediticias más altas dentro de lo que son los bonos corporativos. Claro está que aunque los vencimientos sean a 10 años, al ser instrumentos muy líquidos nos da la ventaja de entrar y salir cuando queremos.
- Oro
Históricamente se utilizó como reserva de valor pero es un arma de doble filo. Tener oro físico en una caja de seguridad puede generarnos la ilusión de seguridad pero en verdad se trata de un commodity que sufre fuertes fluctuaciones en su precio. Una forma práctica de adquirir oro hoy en día es a través de la compra del ETF de oro físico cuyo ticker es GLD. Este instrumento es administrado por una de las empresas de ETFs más grandes del mundo que maneja 334 mil millones de dólares y nos da la flexibilidad de operar un instrumento líquido. Esto se puede hacer fácilmente desde una cuenta en el exterior.
- Letes en dólares
Es la opción más conservadora dentro del abanico de activos argentinos, aunque ya por el simple hecho de ser deuda del el gobierno podría encender nuestras alertas. Hoy se consiguen Letes a 5 meses en el mercado secundario con un rendimiento de 5.29% anual en dólares. Nada despreciable.
Desde ya que existen otros instrumentos de protección de portafolio como los puts, que garantizan un piso de venta de las acciones, pero son para un inversor más sofisticado y prefiero dejarlos de lado por el momento. Estos 3 tipos de activos que mencioné definitivamente nos pueden dejar dormir tranquilos, sobre todo los bonos del tesoro americano. De todas formas siembre debemos tener presente que no existe rentabilidad sin riesgo.
Si queres invertir en alguno de estos activos te podemos ayudar. Contactate con nuestro equipo.
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